martes, 19 de marzo de 2013

Clásico, no proletario

Comenzamos esta semana las clases analizando el término "clásico", que tan útil nos será para poder entender cabalmente lo que queremos decir cuando hablamos de "tradición clásica". De momento, vamos a presenciar la primera vez que un autor latino utilizó el término "clásico" para referirse a los mejores autores. POR FRANCISCO GARCÍA JURADO HLGE


A menudo es difícil saber cuál es el principio de las cosas y el origen de las palabras. De manera excepcional, en el caso que nos ocupa, sabemos quién utilizó por primera vez la palabra “clásico” para referirse a los mejores autores. Se trataba de Aulo Gelio, autor latino del siglo II de nuestra era, que utilizó de manera metafórica el término cuando recreaba, precisamente, una conversación con su amigo Cornelio Frontón, conocido por su epistolario. Gelio es muy dado a la transcripción ficticia de conversaciones mantenidas en un pasado más o menos reciente, ya sea durante su más tierna juventud en Roma, la etapa de sus estudios en Atenas, o su posterior actividad como juez de nuevo en Roma. Aulo Gelio hace que sea Frontón quien tome prestado el término “clásico” con el viejo sentido de la división por clases que existía en Roma durante los antiguos tiempos del rey Servio Tulio. Precisamente, de esta división social y del viejo sentido de “clásico” se nos habla en otro de los capítulos de sus Noches áticas:

“Classici” dicebantur non omnes, qui in quinque classibus erant, sed primae tantum classis homines, qui centum et uiginti quinque milia aeris ampliusue censi erant. “Infra classem” autem appellabantur secundae classis ceterarumque omnium classium, qui minore summa aeris, quod supra dixi, censebantur. Hoc eo strictim notaui, quoniam in M. Catonis oratione, qua Voconiam legem suasit, quaeri solet, quid sit “classicus”, quid “infra classem”. (Gel. 6,13)

No se llamaba “clásicos” a todos los que estaban en las cinco clases, sino tan sólo en la primera, aquellos que estaban censados con un patrimonio de 125.000 ases o superior. Por su parte, se llamaban infra classem a los de la segunda clase y el resto, aquellos que estaban censados por una cantidad menor de dinero que la arriba citada. Por ello, he escrito esta breve nota, porque en el discurso de Marco Catón donde abogó a favor de la ley Voconia suele preguntarse que es classicus y qué infra classem. (trad. de F. García Jurado)

De esta breve noticia que nos ofrece Aulo Gelio cabe destacar la posición preeminente que ocupan los llamados classici, que constituían en realidad la clase de los miembros egregios dentro de una sociedad jerarquizada por la solvencia económica. Así pues, la classis por antonomasia era únicamente la primera, pues las cuatro clases inferiores, según nos cuenta Gelio, se denominarían infra classem por estar debajo de aquélla. Por esta razón, cuando en la conversación con su amigo Frontón se utiliza el término classicus para hablar de los mejores escritores, sabemos claramente que se refiere a los más granados, sólo los de ese primer orden, en el contexto de una oportuna y sutil metáfora que sugiere de manera implícita la existencia de una sociedad literaria ideal y atemporal:

Ite ergo nunc et, quando forte erit otium, quaerite an “quadrigam” et “harenas” dixerit e cohorte illa dumtaxat antiquiore uel oratorum aliquis uel poetarum, id est classicus adsiduusque aliquis scriptor, non proletarius. (Gel. 19,8,15)

Partid, por tanto, ahora, y en cuanto os sea posible, mirad a ver si ha utilizado los términos “quadriga” y “harenas” alguno de la cohorte antigua de oradores o poetas, es decir, algún escritor clásico y solvente, no un proletario. (trad. de F. García Jurado)
PODÉIS LEER EL TRABAJO COMPLETO EN LA SIGUIENTE DIRECCIÓN ELECTRÓNICA: http://redalyc.uaemex.mx/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=59115484009

FRANCISCO GARCÍA JURADO

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